viernes, 3 de abril de 2009

RÄF

Este es el primer tomo del capitulo 1 del libro que estoy escribiendo..... a ver qué os parece:

-Capitulo1 Me llamo Räf y soy gay

Soy un chico de 23 años, vine a Madrid para empezar mis estudios superiores, pero no solo a eso, vine a encontrarme a mí mismo, ya que donde me crié tenía la “obligación” de llevar una máscara por miedo a ser yo mismo.

El principio fue algo duro, ya que estaba en una ciudad desconocida para mí, en todos los sentidos. Me tenía que acostumbrar a muchas cosas nuevas, un nivel de estudios diferente, amigos nuevos y un mundo por conocer.

Cuando llegué, lo primero que tuve que hacer es buscar piso, encontré uno que me gustaba bastante, era céntrico, estaba cerca de mi universidad y me gustaban sus alrededores, llamé para preguntar y me contestó un chico algo tímido, podía visitar la casa esa misma tarde, y si me gustaba trasladarme durante el fin de semana.
Esa tarde fui a ver el piso, llamé a la puerta algo nervioso, muchas cosas me rondaban la cabeza, ¿será simpático?, ¿podremos ser amigos?... cuando se abrió la puerta me encontré un chico bajito, rubio, con ojos azules, muy tímido y algo nervioso también.
Me enseñó el piso y cual sería mi habitación, la verdad que me encantó, el piso era todo lo que yo había soñado, tenía un pequeño recibidor que conectaba con la cocina por un extremo y con el comedor por el centro, el comedor era muy acogedor y moderno, tenía colgados varios cuadros de los obreros del Empire Estate, las paredes eran naranjas con las vigas pintadas de marrón simulando ser madera, los sofás a juego… era genial, y la que sería mi habitación estaba vacía con las paredes blancas.
Pablo, que así se llama mi nuevo compañero de piso, me dijo que no había querido hacer nada con esa habitación para que el que la ocupase pudiese decorarla a su gusto, cosa que me gustó mucho por su parte. Al parecer la mujer que nos alquilaba el piso no tenía inconveniente en que pintásemos y demás con la condición de que cuando dejásemos el piso quedase como lo encontramos, vacío y blanco.

Ese fin de semana, Pablo me ayudó a hacer la mudanza y a decorar mi nueva habitación, esa noche pedimos comida china y estuvimos hablando en el comedor bastante tiempo, la verdad que esa noche conectamos mucho, y aunque yo ya me lo intuía me confeso su homosexualidad, yo empecé a reírme y el me preguntó si me reía de que era gay, le dije que no, que me reía porque no me podía creer la suerte que estaba teniendo, que yo también era gay, y que mi mayor sueño siempre había sido, estudiar en Madrid y compartir casa con amigos gay.
Pablo se empezó a reír también, no nos lo podíamos creer ninguno de los dos, después de todo, por fin empezaba a ser yo, sin esa estúpida máscara que siempre había llevado.

1 comentario:

Alejandro Marcos Ortega dijo...

Adri, el textoe s demasiado largo para colgarlo aquí, recortalo y subelo en varias entregas. Tu ya sabes lo que pienso de esa historia jejejeje me encnata!